lunes, 22 de octubre de 2007

TALLER:
Conteste detalladamente todas y cada una de las siguientes preguntas:

Diga como se clasifican los grandes grupos del lenguaje
Defina qué se entiende por lenguajes paralingüisticos
Diga como se clasifican los lenguajes paralingüisticos
Investigue más detalles sobre el Código Internacional de Señales que usan los marineros.
Defina en qué consisten los lenguajes concomitantes. Busque ejemplos gráficos relacionados con el tema.
Defina en qué consisten los lenguajes sustitutivos. Busque ejemplos gráficos relacionados con el tema.
Defina en qué consisten los lenguajes de las relaciones sociales y diga detalladamente como se clasifican. Busque ejemplos gráficos relacionados con el tema.
Defina qué son los lenguajes de acción. Diga como se clasifican y busque ejemplos gráficos relacionados con el tema.
Defina qué son los lenguajes estéticos
Defina qué son los lenguajes del saber
Retome el cuadro que propone P. Guiraud y busque ejemplos gráficos que den cuenta de cada uno de los componentes propuestos.
Diga a que tipo de lenguaje corresponden cada uno de los siguientes sistemas.
Gestos de saludo___________________________________________
Señales de luz entre marineros_________________________________
Uniformes de colegio_________________________________________
Relaciones entre un jefe y un subordinado____________________________
Las señales de transito de una ciudad______________________________
Los fluxogramas de una empresa_________________________________
El himno nacional_________________________________________
Una escultura__________________________________________
La división del reino animal__________________________________
Las matemáticas________________________________________

Los lenguajes que tienen por objeto identificar las personas y los grupos sociales que tienen relaciones entre sí, así como también identificar el tipo de relación que se da entre un emisor y un receptor son conocidos como_________________________________________________
Diga qué es la ultrarremitencia del signo estético y ponga un ejemplo grafico.

sábado, 20 de octubre de 2007

Clasificación de los grandes grupos del lenguaje.

Augusto Solórzano

Magíster en estética


Así como la mesa y la silla no funcionan por separado lo mismo sucede con las palabras y con las imágenes. Para el lenguaje visual la imagen ocupa el mismo lugar que la palabra ocupa para el lenguaje escrito. El lenguaje visual es por excelencia uno de los lenguajes mas importantes de la contemporaneidad pues él no solo proporciona gran parte del placer que nos atañe en la vida cotidiana, sino que, además, es la base de la comunicación actual. La semiótica y las ciencias de la comunicación en general se han enfocado en tres grandes pilares para desarrollar su campo de acción. De un lado, esta la comunicación verbal, la comunicación escrita y, por ultimo la comunicación visual. Sin embargo, sobre esta clasificación aun no hay un consenso unificado. Muchos autores consideran que estos dos focos de estudio deben extenderse hacia el estudio de los códigos paralingüisticos, las relaciones sociales, los lenguajes de acción, los del saber y, por supuesto lo lenguajes estéticos.

Pierre Guiraud por ejemplo dedica parte de su estudio hacia el análisis de los lenguajes corporales pues considera que en el cuerpo se inscriben signos que a través de movimientos hablan permanentemente de nuestras emociones. Su obra “Los lenguajes del cuerpo[1]” publicada en 1980, condensa un magnifico estudio sobre este tema en particular en el que el lenguaje traspasa las barreras de la imagen y de lo lingüístico. Para Jurij Lotman fiel representante de la escuela rusa de Tartu, el problema del signo y del sistema sígnico gira en torno a la tipología de la cultura anterior al siglo XX, tal como lo expone en su maravilloso texto “Semiótica de la cultura[2]” quien propone definirla como una especie de texto que la memoria puede reconstruir, leer e interpretar.


En este momentos volcaremos la mirada hacia los lenguajes expuestos anteriormente y nos detendremos brevemente en cada uno de ellos iniciando con los lenguajes paralingüisticos.


Lenguajes paralingüisticos:

Se denominan así a todos aquellas expresiones comunicativas que auxilian, fijan o sustituyen de alguna manera al lenguaje verbal. En términos generales éstos se han sido clasificados en alfabetos, lenguajes concomitantes y lenguajes sustitutivos. Veámoslos detalladamente.

Los alfabetos:













De este grupo hacen parte el famoso código morse creado en 1835 que sirvió de base al telégrafo y que aparece en la imagen de la izquierda, el braille que es un sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas, inventado por el francés Louis Braille a mediados del siglo XIX, quien debido a un accidente durante su niñez mientras jugaba en el taller de su padre quedo ciego, los signos taquigraficos, que dieron origen a la taquidactilografía, un moderno sistema de escritura veloz, que puede ser empleado en cualquier máquina de escribir con teclado universal, los criptogramas (escritura oculta) cuyo significado resulta ininteligible hasta que no es descifrado y los códigos cifrados que de cierta manera se encuentran muy cercanos a los criptogramas y cuya finalidad es en primer lugar, garantizar el secreto en la comunicación entre dos entidades (personas, organizaciones, etc.) y, además, asegurar que la información que se envía es auténtica en un doble sentido: que el remitente sea realmente quien dice ser y que el contenido del mensaje enviado, habitualmente denominado criptograma, no haya sido modificado en su tránsito.


También aquí encontramos las señales de los marineros que a lo largo del tiempo han dado paso a la creación de un Código Internacional de Señales que ha sido adoptado por todas las naciones marítimas y en el cual cada letra o grupo de letras, representadas por banderas, tiene un significado particular. Dicho código consta de veintiséis banderas alfabéticas, diez gallardetes numéricos, tres gallardetes repetidores y un gallardete característico, así como también de de señales luminosas o por radiotelefonía.

Tal como podemos ver, todos estos alfabetos se inscriben dentro de parámetros específicos de codificación sin los cuales es imposible transmitir o entender los mensajes propiamente dichos. De alguna manera se trata de lenguajes que recodifican servilmente las expresiones lingüísticas haciendo uso de códigos precisos, por lo que no seria equivocado asegurar que éstos son una especie de prolongación del lenguaje verbal que reemplaza la porción verbal y auditiva y se localiza en otros sentidos tales como la vista (en el caso especifico de las señales de los marineros en las que cada bandera representa una letra del alfabeto internacional[3], así como los números del 1 al 0) o, el tacto en el caso del alfabeto Braille.

Los lenguajes concomitantes.

Son lenguajes que, por una parte están estrechamente ligados a las expresiones lingüísticas y, por otra pueden desconocerlas por completo. En el primer caso, el kinésico, los lenguajes concomitantes se hacen presentes cada vez que haya por parte de alguien una elevación, una inflexión o una mayor o menor intensidad de la voz. En este caso, ellos atenúan o fortalecen la expresión lingüística, es decir, la acompañan a través de las modulaciones y variaciones de la voz con el fin de acentuar el mensaje. En el segundo caso, el proxémico, el lenguaje se hace presente a través de las distancias que establecen los distintos agentes que participan en el proceso comunicativo.

Los lenguajes sustitutivos

Son los que permiten que pueda establecerse un mínimo de comunicación entre miembros de distintas lenguas vocales. Entre ellos se incluyen ideogramas, jeroglíficos, pictogramas, gestos, señales de humo etc. Como constante de este tipo podemos decir que ellos reemplazan las expresiones lingüísticas sin necesidad de llegar a transcribir literalmente las cadenas sonoras. A diferencia con los alfabetos que no cambian sino la sustancia de la expresión éstos sustituyen tanto la forma como la sustancia misma. De igual forma que un gestogramas tales como el bostezar y desperezarse significa que hemos entrado en una fase de cansancio extremo o, como el señalar con el dedo corazón hacia arriba significa mandar a alguien al carajo, ocurre lo mismo con los pictogramas que pueden condensar en muy pocos trazos el contenido total de una frase en tanto que el significante se ha elaborado con total independencia de las palabras.

Lenguajes de las relaciones sociales.

El lenguaje de las prácticas o relaciones sociales hace relación a la manera en que a través del tiempo la sociedad ha desarrollado un complejo sistema que determina la vida cotidiana de los individuos que a ella pertenecen. Acciones tales como la defensa, la procreación, la producción de bienes y servicios, la información, las determinaciones que la técnica y el pensamiento científico a diario nos imponen etc. son tan solo algunos de los tópicos a los que éste hace referencia. En esencia, este lenguaje convierte al hombre y sus relaciones sociales en su foco de interés, en tanto que éste es convertido sincrónicamente en vehículo y en substancia del signo mismo. En otras palabras, es visto simultáneamente en significante y en significado. Eduard Leach autor del famoso texto “Cultura y comunicación, la lógica de la conexión de los símbolos[4] se indaga por la conmoción social que tiene un sencillo regalo y sobre ello acota: cuando alguien le da un regalo a otro, éste último sentirá que está en deuda de retribuirlo; en términos económicos esto significa adquirir una deuda, pero en términos de comunicación se presenta un caso totalmente distinto en tanto que la deuda se vislumbra como una necesidad de retribuirle algo al otro y ya depende de cada quien si dicha retribución se aumenta, se disminuye o se mantiene dentro de los parámetros de la igualdad tal como sucede cuando alguien ofrece a otro una cerveza y éste le invita amablemente pagar la siguiente ronda.

Los lenguajes sociales propician poder conocer la identidad de los miembros de una comunidad y las categorías que ellos a lo largo del tiempo han establecido. También aquí se presenta una clasificación determinante así:

El lenguaje identificatorio: que como su nombre lo indica y permite determinar niveles, estratos, rangos, posiciones, niveles académicos, niveles jerárquicos etc. Siempre que hacemos referencias a trazados de barrio, insignias militares, tipos de peinado, tipos de maquillaje, formas del vestir, estilos arquitectónicos, condecoraciones etc. tácitamente estamos haciendo uso de este tipo de lenguaje.

Como una deriva del anterior está el lenguaje de la cortesía que sencillamente radica en la disposición permanente de una serie de signos que indican el tipo de relación que establece un determinado emisor y un determinado receptor. A él conciernen las demostraciones o actos con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene una persona a otra". Aunque en la mayoría de los casos, la cortesía comienza y termina en simples palabras este lenguaje estudia también los gestos, los saludos cotidianos, los tratamientos (señor, señora, señorita), el modo de solicitar las cosas (¡por favor!), el dar (¿o pedir?) disculpas, la mención de ambos sexos... que son componentes comunes de la cortesía y el lenguaje. Dentro de este tipo de lenguaje social se inscriben a su vez los protocolos que describen el conjunto de conductas y normas a conocer, respetar y cumplir no sólo en el medio oficial ya establecido, sino también en el medio social, laboral, académico, político, cultural y militar. El protocolo busca ante todo cuidar los aspectos más variados y sensibles relacionados con el trato y precedencia de los personajes con la jerarquía a la que éstos pertenecen, en pocas palabras podemos decir que un protocolo es una regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto o por costumbre.

De otro lado también están los ritos o actos religiosos o ceremoniales que se repiten invariablemente, con arreglo a unas normas estrictas. En cierta forma ellos son las celebraciones o actualizaciones permanentes de de los mitos, por lo que no pueden vérseles. Dado su carácter simbólico, su forma de expresión puede consistir en fiestas y ceremonias, de caracteres más o menos solemnes o paganos, según lo determinen las pautas tradicionales. Tanto los ritos como las fiestas tienen un carácter vinculante y tradicional y dan cuenta de la manera en que las personas de una comunidad establecen los distintos lazos de solidaridad, responsabilidad y de unión con el colectivo social.

También las modas que son manifestaciones culturales capaces de expresar el espíritu del tiempo y que, además, es uno de los indicios más inmediatos de los cambios sociales, políticos, económicos y culturales. Por último encontramos los juegos, parte fundamental de la cultura que permite al actor social romper con su tiempo de uso o tiempo productivo y asumir papeles que le serian negados en otras circunstancias. Desde tiempos antiguos los juegos se clasifican en juegos de azar, de riesgo y de competencia y, alrededor de ellos es que el niño ingresa al mundo adulto. Por último están los espectáculos cuya etimología se remite al latín –espectaculum y su significado hace referencia a cualquier acción que se ejecuta en público para divertir o recrear. De cierta manera la palabra espectáculo está emparentada con la palabra griega theoreinmirar, contemplar, inspeccionar- del que proviene nuestra palabra espectador, observador. Hoy en día este tipo de lenguaje se ha convertido en un rasgo distintivo y exclusivo de la cultura en general, en tanto que todas las manifestaciones, experiencias, fenómenos o acontecimientos solo existen si son espectacularizados, convertidos en show, ofrecidos para ser vistos. DE hecho no es equivocado decir que es el lenguaje imperante de la posmodernidad en el que toda experiencia humana (sin importar si es la guerra, el crimen, la corrupción, los desastres o los triunfos) es susceptible de ser transformada en espectáculo

Antes de abandonar este tópico, vale decir que a través de los protocolos es que interpretamos el rol que ocupamos en la sociedad, que los ritos y fiestas hacen las veces de espejos que nos permiten conocer cómo esta constituido el cuerpo social y que los juegos son proyecciones de un mundo en el que nos gustaría habitar.

Lenguajes de acción.

Un lenguaje de acción es básicamente un conjunto de signos dispuestos para el accionar práctico de la acciones que se llevan a cabo en el día a día tales como las señales de transito (bien sean éstas terrestres, marítimas o aéreas), los timbres, las señales de aviso, las campanas, carteles de advertencia, toque de diana en el ejercito, sirenas, alarmas, señales a las que recurren los exploradores, etc. cuya misión es la de regular, informar, advertir, normalizar y, en general, llevar y promover la interacción al interior de la sociedad.. Dentro de este lenguaje también se inscriben los llamados programas que sin importar si son de trabajo, formación, aprendizaje, operación o funcionamiento facilitan la interacción entre las personas, así como también las acciones e interacciones que éstas llevan a cabo con los objetos, tal como ocurre con los programas de computadora que se basan en equipamientos lógico o soportes lógicos para llevar a cabo una serie de procedimientos necesarios que, en conjunto posibilitan la realización de tareas específicas. Para que exista un correcto funcionamiento de los programas se dispone de una serie de instrucciones, advertencias, imperativos, ordenes precisas y consignas que, combinadas dan cuenta de múltiples recursos significantes materializados en colores, formas, iconos y diagramas. Es muy frecuente que al comprar los electrodomésticos para la casa, cada uno de nosotros haya tenido que enfrentar la experiencia de “interpretar” ese sinnúmero de acciones complejas del programa de funcionamiento que vienen impresas en un plegable escrito en varios idiomas. Las instrucciones que allí se disponen dan cuenta de cómo al seguir progresivamente una serie de operaciones lógicas es posible alcanzar un resultado previsto en la fase de diseño. También los organigramas de las empresas, los esquemas a los que recurrimos para condensar ideas, los mapas mentales y los fluxogramas, hacen parte de este tipo de lenguaje. En los últimos años la industria en general ha hecho uso extensivo de él y lo ha materializado dentro de los procesos de automatización que son regulados por tarjetas perforadas o sofwares específicos que se agregan a las maquinas para que éstas realicen operaciones en serie.




El conjunto de operaciones que para funcionar requieren de una serie de botones que accionan un sinnúmero de operaciones programadas previamente, corresponde a un lenguaje de acción.

Tal vez como ningún otro lenguaje de acción, han sido los sistemas de señalización de carretera los que han despertado un mayor interés para los semiólogos en la actualidad. La necesidad de regular comportamientos, dar informaciones precisas y determinar una lectura inmediata y fácil todos en cada uno de los componentes sígnicos de las señales dispuestas a lo largo de los caminos ha implicado grandes estudios para que éstas lleguen a tener el nivel de efectividad y ordenación que se requiere en la vida diaria. Dentro de este macrolenguaje vale señalar que existen cinco categorías semánticas (el stop, prohibición, obligación, estacionamiento y peligro), señales de luces (rojo, amarillo y verde), luces intermitentes (dirección, freno, direccionales) franjas de colores en las vías y uniformes, brazaletes y distintivos para quienes regulan el trafico. Dado su carácter monosémico los mensajes que emite cada señal de las aquí mencionadas hacen que ésta tenga un carácter explicito que se aplica universalmente, jarcias al carácter convencional que sobre ellas se ha desplegado.

Lenguajes Estéticos:

Para el diseñador gráfico, el lenguaje estético representa la base para edificar los mensajes propiamente dichos de la comunicación visual. Todo mensaje cuyos semas logren liberarse fácilmente de una convención fija y estricta, se inscribe aquí. Se trata de una forma de la comunicación que estimula la sensibilidad entre quien produce el mensaje y quien lo recibe. Una pintura, un grabado, una canción, un relato, una película de cine y, por supuesto, algunas piezas gráficas que, sin perder de vista su carácter comunicativo, integran significado-significante y referente en una triada es posible romper hacen parte de los llamados lenguajes estéticos. Aquí, el significante no tiene equivalencias específicas con el significado y este último no puede separarse tampoco del primero. Tanto referente como significante y significado hacen parte de lo mismo, bien sea esto una canción, una pintura una escultura o una pieza gráfica. En el siguiente cuadro es posible ver la diferencia entre el signo no estético y el signo estético.


En el signo estético el significante está envuelto por una especie de ropaje que hace que éste no trascienda hacia otros significados como sí ocurre con los demás signos. A diferencia de lo que sucede con la señal o el signo monosémico de “PARE” (cuyo color rojo con letras blancas ubicado en una esquina que hace que nos detengamos el vehículo que conducimos de forma inmediata), el signo estético posee la característica de ser “ultrarreminicente”, término que en esencia hace referencia a la manera en que los significantes de un determinado signo no se asocian a un solo significado preciso sino que, su primer y aparente significado obvio nos remita a capas semánticas más ocultas casi de forma infinita, tal como sucede cuando cortamos las capas de una cebolla.



Por ejemplo en la pintura que Picasso hace del Guernica, no solo aparece registrado un sinnúmero de formas entremezcladas que nos remiten a una escena confusa. En sí mismo, todos y cada uno de los significantes del cuadro remiten a un innumerable número de significados que entremezclados expanden el universo del sentido de la obra como tal. El toro, el caballo, la madre que llora al hijo, la vela, el sol etc. son la materialización grafica en la que se simboliza una escena dantesca, tal como lo fue el bombardeo a la ciudad de Guernica que hicieron los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Si una persona no intenta “cortas la cebolla”, descubrir parte de la infinitud de sentidos que allí se esconden, sencillamente vera un cuadro blanco y negro de gran tamaño con una cantidad de figuras entrelazadas. Lo mismo ocurre con gran parte de la producción gráfica contemporánea que el público no logra comprender a cabalidad. Dentro del mismo cuadro cada uno de sus significados se convierte en nuevos significantes de un nuevo significado que, dentro del mismo tema crea una semiosis ilimitada alrededor del significante fundante.

Lenguajes del saber.

Como su nombre lo indica estos lenguajes tienen la función esencial de dar cuenta de cómo nos relacionamos con los elementos del mundo objetivo. De cierta manera ellos se oponen a los lenguajes estéticos que apuntan como ya vimos hacia las expresiones de la sensibilidad. Por lo general siempre conducen hacia lo real y convierten a ésta en su única finalidad, así como también hacia el orden y el rigor que impone la ciencia, un campo del saber que nos permite encerrar la razón a través de una rejilla.

Para ser participe de un discurso de la ciencia, es necesario conocer casi en su totalidad el corpus sígnico que la constituye, es decir, conocer su semántica, su sintaxis y su pragmática, pues de lo contrario nos es imposible ligar los significantes con sus significados. El discurso de un químico, un físico, un biólogo o un matemático siempre se desarrolla en el marco de la función objetiva que intenta a toda costa clasificar, calcular y establecer taxonomias precisas que ayuden a entender mejor un fenómeno determinado.

Como características de los códigos científicos podemos decir las siguientes:

  1. por lo general cada ciencia tiene un sistema de notación ideogramática de uso internacional que la representa, tal como sucede con los símbolos químicos y los de las matemáticas.
  2. Cada ciencia hace uso de códigos figurativos, esto es formulas sobre las que se estructura su lenguaje.
  3. Hacen uso exclusivo de la denotación.
  4. Su transcripción esta acompañada de sistemas de representación figurada tales como triángulos, funciones, árboles taxonómicos etc.
  5. Son estrictamente convencionales
  6. Eliminan toda analogía sustancial entre significante y significado de tal forma que impera un alto nivel de arbitrariedad.

A manera de resumen de este capitulo quiero traer a colación el cuadro en el que P. Guiraud condensa todos estos factores.



[1] Pierre Guiraud El lenguaje del cuerpo” Ed. Fondo de cultura Económica 1México México 1890

[2] Jurij Lotean “Semiótica de la cultura” Ed. Cátedra Madrid España 1979.

[3] Cuando un barco necesita transmitir un mensaje consistente en una o varias palabras, o números, iza en el mástil delantero las banderas que representan las letras y números del mensaje, alineadas de arriba hacia abajo. Si el mensaje es más largo, se repetirá la operación con nuevas banderas.

También se utilizan las banderas individualmente o en combinaciones de dos, en cuyo caso tienen un significado determinado según un código internacionalmente vigente. Desde que existe la radio, el uso de las banderas de señales para transmitir mensajes ha disminuido notablemente.

Sin embargo, se siguen utilizando de forma generalizada las banderas individuales o en combinaciones de dos, para señalizar un aviso determinado.

[4] Eduard Leach “Cultura y comunicación, la lógica de la conexión de los símbolos” Ed. Siglo veintiuno Madrid España 1985.

sábado, 6 de octubre de 2007

Roland Barthes, Ferdinand de Saussure y las estructuras semiológicas básicas.

Augusto Solórzano

Magíster en estética

La distinción entre sintagma y paradigma.

El origen de palabra paradigma se remite al griego παρδειγμα (parádeigma) que significa modelo, muestra, patrón, molde, ejemplo o, en su defecto “ejemplar”. En general podemos decir que con el paso del tiempo su etimología nos revela aun los alcances de su significado y que éste se usa dentro del sistema de la lengua en el sentido de 'ejemplo' o 'modelo'. En esencia los paradigmas son ideas aceptadas por toda la comunidad que los toma como foco explicativo para entender y manifestar un sinnúmero de fenómenos del mundo como por ejemplo la geometría de Riemann que cambió la de Euclides, la teoría del espacio de Einstein que reformulo la de Newton. A manera de ejemplo cómo ocurren los cambios de paradigma en el tiempo, podemos remitirnos al campo de la astronomía en el que Aristóteles para explicar cuál era el lugar de la tierra en el cosmos formuló geocentrismo, modelo según el cual los demás planetas giraban alrededor de la tierra. Este paradigma tuvo vigencia hasta el advenimiento de la revolución científica, cuando Copérnico formula el heliocentrismo donde los planetas giran alrededor del sol.

En lingüística se entiende por paradigma cada uno de los esquemas formales en que se organizan las palabras nominales (declinación) y verbales (conjugación) para sus respectivas flexiones o interpretaciones. De esta forma podemos decir que el paradigma es el conjunto de elementos que pueden aparecer alternativamente en un contexto especificado tal como podemos verlo en el siguiente esquema:

El _________ alegro la fiesta

Se puede formar frases como

El padre alegro la fiesta

El niño alegro la fiesta

El hombre alegro la fiesta

El perro alegro la fiesta

El amigo alegro la fiesta

De lo anterior podemos deducir que este sistema sígnico es un repertorio de elementos que se asocian por una función común pero que al mismo tiempo se distinguen entre sí por rasgos de oposición. Pensemos por ejemplo lo que ocurre con las sillas donde es posible encontrar sillas reclinables para descansar, sillas de espaldar recto para comer o sillas universitarias para estudiar.

Por su parte, el sintagma es la yuxtaposición o la concatenación de los distintos paradigmas que un hablante selecciona en cualquier acto de habla. Dado que el lenguaje es lineal y que una palabra se produce después de otra, el orden en que éstas aparezcan dentro de las oraciones se ciñe a ciertas exigencias que han sido determinadas previamente. Cuando nosotros pensamos en signos entrelazados concordantemente estamos pensando en términos de lo que Saussure llama un sintagma. Por ejemplo en la oración “regresó + ayer + ella” Hay una relación del sintagmática entre estos elementos cuando los ordenamos coherentemente en nuestra mente y en nuestra habla así: “ayer regresó ella”

Para entender de manera más clara la diferencia entre el sintagma y paradigma recurramos al siguiente ejemplo que se aleja un poco del ámbito lingüístico:

El contenido de nuestro ropero es el paradigma y lo que

Lo qué estamos vistiendo en este momento es el sintagma.

Así pues, podemos decir entonces que un paradigma es un juego de signos asociados que hacen parte de la misma categoría o, que se asocian por una función común, en este caso dicha función es el “vestir”, mientras que, el sintagma seria algo así como la utilización de cada uno de los elementos del “vestir” traje en un momento determinado. Ampliando nuestro abanico de ejemplos, bien vale citar el caso del “habla” arquitectónica que integra un tipo de ventana y de puerta a un determinado clima y fachada especial, o cómo el “habla” mobiliaria integra un cierto tipo de nochero, un tipo de cama, y unas cortinas que juntas cumplen las funciones que ha impuesto el “habla”.

Para el diseñador gráfico esta distinción muy importante, en tanto que a partir de ella es posible dimensionar la manera en que la utilización de ciertas imágenes se convierten en verdaderos paradigmas de los que es imposible desprenderse, así como también de cómo cada elemento heterogéneo interdependiente e interfuncional es sometido a ciertas exigencias estructurales que el discurso gráfico ha impuesto a través del tiempo. Por tan solo citar en un pequeño fragmento del infinito mundo grafico contemporáneo, remitámonos a la manera en que se promocionan los automóviles, los champuses o las cremas dentales. En cada caso se recurre a un rango específico de transiciones entre las tomas, los cortes y los fundidos para resaltar ciertos efectos fantasiosos que el paradigma ya ha impuesto.

El análisis paradigmático de un texto visual requiere por tanto mirar la oposición entre todos y cada uno de los elementos del conjunto de opciones que se hacen realmente y, aquéllas que se podrían haber hecho.

Ferdinand de Saussure propuso diferenciar en el plano de lo lingüístico dos clases de relaciones entre los elementos. De un lado, la relación sintagmática entre los diferentes elementos de una cadena de signos o lo que seria lo mismo, una consideración horizontal de la cadena de signos lingüísticos y, de otro, la relación paradigmática entre un elemento y los que lo podrían sustituir en otro contexto en la misma cadena y que se excluyen mutuamente. El siguiente cuadro explica de manera concreta lo hasta aquí dicho:

EJE

P

A

R

A

D

I

G

A

T

I

C

O

EJE SINTAGMÁTICO

Vaquero

vaquera

En jeans

en pantalones

en shorts

Criando

trotando

galopando

parado

Potro

yegua

burro

mula

Podemos examinar los sintagmas y paradigmas en cualquier elemento grafico. En un Cliché cultural como lo es la publicidad de Marlboro el paradigma de donde el diseñador extrae al potro, incluye un amplio abanico de posibilidades entre los que se encuentran también, asnos, caballos de carretón, mulas, yeguas etc. La escogencia especifica del elemento “potro indómito” se da porque sencillamente el lector de la imagen establece unas relaciones connotativas en las que este tipo de semental se asocia directamente a sentimientos de libertad, praderas y llanuras anchas y abiertas, indomabilidad, masculinidad, virilidad, rusticidad, individualidad, etc.


En este caso en particular los signos en el mensaje diferirían substancialmente si el mensaje se hubiera hecho con un caballo de feria, un asno o, cualquier otro elemento del conjunto paradigmático.

La articulación.

El concepto de articulación es utilizado en la semiológia para referirse a la manera en que una unidad semiológica básica (que en este caso seria equivalente a un enunciado o frase desde el punto de vista lingüístico), es desmontable o descomponible en nuevos elementos significantes. Dicho en otras palabras, que una oración cualquiera puede ser descompuesta en pequeñas partes que por sí mismas conservan sentido.

La imagen del juego creado en 1934 conocido como “lego” (contracción de la frase danesa "leg godt", que significa "juega bien") ayuda en gran medida a entender este concepto, en tanto que cada ladrillo o pieza del juego que se articula con una sucesión de piezas da lugar primero a un muro, luego a una muralla, una casa o, en su defecto a un edificio. De igual forma, la articulación en semiótica permite tener resultados complejos que se estructuran en un número muy reducido de unidades.

En el mundo gráfico, la articulación es fundamental para entender cómo una imagen esta compuesta por signos que, a pesar de tener un significado individual, seden su significación y se integran a ésta para consolidar un sentido especifico. De igual forma que la oración “Me duele la cabeza” puede ser descompuesta en los siguientes semas (pequeñas unidades de significación definida por el análisis) “Me/ duel/ e/ la/ cabeza/”, en la imagen enfrentamos el mismo caso.


nike wayne rooney wayne rooney

Esta imagen está integrada por varios elementos icono-mano, icono-cuerpo-, icono- cara, icono cruz, icono cruz roja etc. que aislados de su sintagma siguen aun significando.

En el ámbito lingüístico el signo puede ser doblemente articulado porque puede someterse a una doble división. En la primera articulación prevalece la unión de elementos significantes mínimos: En ella el signo se descompone en partes con significado y significante, susceptibles de ser utilizadas en otros contextos. Las unidades de esta primera articulación se denominan monemas que son unidades mínimas significativas del lenguaje y que Informalmente se dice que son también las unidades mínimas que componen la palabra en la gramática . Para mayor claridad recurramos al ejemplo, “Las chicas juegan” que está compuesta por ocho monemas así.

las = (1) la + (2) s

chicas = (3) chic + (4) a + (5) s

juegan = (6) jueg + (7) a = (8) n

Según la segunda articulación, el signo se divide en unidades más pequeñas sin significado concreto. En ella se presenta una unión de elementos distintivos mínimos cuyas unidades son conocidas como fonemas que son los sonidos del habla que permiten distinguir palabras en una lengua. Como ejemplo puntual está la palabra “casa” cuyos cuatro fonemas son: /K/A/S/A

Ambos casos son importantes para tener en cuenta la manera en que al cambiar algún fonema en un signo lingüístico, cambia radicalmente su significado.
La doble articulación hace que con unas pocas unidades de la segunda articulación se pueden formar todos los monemas de una lengua, y la primera articulación evita tener que aprender un signo para cada realidad. Este carácter articulado es realmente propio y exclusivo del código lingüístico frente a los demás códigos.

Desde el punto de vista de la articulación se presentan cuatro tipos de códigos:

Códigos que no presentan ninguna de las dos articulaciones: se caracterizan porque son semas que no son analizables en significantes atómicos ni estos en elementos distintivos y combinables mínimos. Este es el caso del código del semáforo con sus característicos tres colores, el cual, no puede descomponerse en unidades menos significantes ni éstas en otras. Otro ejemplo a citar dentro de esta categoría es la del bastón del ciego.

n Códigos que presentan la segunda articulación, pero no la primera: no son analizables en significantes menores, pero sus significantes si son analizables en elementos distintivos y combinables mínimos. Este es el caso del código Morse, el alfabeto Braille, los doce semas que componen el código de los accidentes de aviación.

n Códigos que presentan la primera articulación tan solo: Numeración decimal, señales de carretera, hombreras de graduación militar.

n Códigos de doble articulación como en el caso del lenguaje verbal: semas desmontables en unidades significantes; significantes descomponibles en unidades distintivas. Es el caso del lenguaje arquitectónico, mobiliario etc. En el caso del segundo tenemos que las sillas están compuestas por partes menores (patas de silla, tapicería, espaldar etc.

Es importante anotar en este punto que sintaxis y articulación son un mismo fenómeno solo que cuando nos remitimos a la sintaxis estamos aludiendo básicamente al aspecto estructural de los semas; es decir a cómo se establecen las reglas que gobiernan la combinatoria de constituyentes y la formación de unidades superiores a estos, como los sintagmas y oraciones, mientras que, en el segundo caso el de la articulación aludimos a las posibilidades de descomposición y recomposición de los signos presentes en una oración. A manera de conclusión podemos decir entonces que al hablar de sintagma significa pensar en el todo; mientras que, al hablar de articulación, se hace necesario pensar en las partes que conforman ese todo. Dicho de otra manera, el sintagma es el enfoque sintético del sema; la articulación (desarticulación) es el enfoque analítico del mismo.

La dimensión semántica, sintáctica y pragmática del signo.

Es bien sabido que los signos tienden naturalmente a articularse en semas y complejos de semas y a insertarse en secuencias sígnicas cada vez mayores. Desde aquí, la semiótica ha considerado el signo desde tres puntos de vista o tres direcciones en lo que se conoce como “tridimensionalidad” del signo, un concepto conformado por la semántica, la sintáctica y la pragmática que fue analizado desde 1946 por el semiólogo norteamericano Charles Morris quien, para legar a esta teoría hizo énfasis en la manera en que el lenguaje verbal estaba constituido por oraciones, o sea grupos de palabras combinadas de cierta manera. Dado que estamos frente a tres nuevos términos, esbocemos un sencillo ejemplo que nos permita luego profundizar un poco más en su definición.

La semántica o referencial, consiste en asociar un significante con un significado. La sintáctica, hace referencia a la relación formal entre los signos con independencia de las personas que hablan y las relaciones con las cosas significadas: pragmática o relación con los contextos en que ha sido creado el signo. En términos muy prácticos la tridimensionalidad del signo opera así: Cuando encontramos en un diccionario la palabra “choza” el significado de dicha palabra tiene una dimensión semántica aislada ya que a través de ella relacionamos directamente el significante y significado de la palabra “choza”. Si la misma palabra “choza” se encuentra dentro de una frase, como por ejemplo “Tengo una choza grande”, el significado, al ser calificativo, se precisa. No obstante, el sintagma es aun insuficiente para dar “volumen” o “espesor” a la palabra “choza”, a no ser que relacionemos la frase con el sujeto concreto que la emplea. En este caso encontramos frente a la función pragmática.

Expuesto lo anterior profundicemos ahora si un poco más en cada uno de ellos:

La semántica, termino que proviene del griego semaino o “significar” ( a su vez de sema, “signo”) es esencia el estudio del sentido de las palabras. Este vocablo era originalmente el adjetivo correspondiente a “sentido”, por lo que tácitamente puede decirse que es el estudio de los cambios de sentido que sufren las palabras. Su estudio ha traspasado las fronteras de las palabras y hoy en día se habla de una función semántica de los colores, de los gallardetes de la marina, de los gestos, de los gritos, y, en general de cualquier signo que trasmita un mensaje. Con justa causa también se le define como el estudio que busca asociar un significante con un significado. Existen tres órdenes principales correspondientes a los problemas semánticos que atienden respectivamente a:

a) el ámbito psicológico que atiende a la pregunta de por qué y cómo nos comunicamos, que ocurre en nuestra mente y en la de los demás cuando nos comunicamos y cual es el mecanismo psíquico que se hace presente en el proceso de comunicación

b) El ámbito lógico que intenta explicar cuales son las relaciones del signo con la realidad, cuales son las condiciones en la que un signo se aplica para que éste llegue a comunicar y cuales son las reglas que garantizan una verdadera significación.

c) El ámbito lingüístico en el que se estudia cómo cada sistema de signos sigue al pie de la letra reglas especificas en relación a su naturaleza y su función.

La sintáctica, hace referencia a la relación formal entre los signos con independencia de las personas que hablan y las relaciones con las cosas significadas. Por lo tanto, puede decirse que la sintáctica estudia las relaciones de combinación o relaciones sintagmáticas que una palabra mantiene con las demás palabras de su contexto. Las funciones sintácticas más simples son las de sujeto y predicado. Dado que el nivel Sintáctico se refiere a las relaciones formales de los signos entre sí éste busca destacar la parte formal del lenguaje; es decir, el cómo hablamos, el cómo combinamos las palabras, así como también la manera en que cada palabra remite a un significado.

La pragmática o relación con los contextos en que ha sido creado o utilizado el signo estudia la manera en que los signos regulan el comportamiento de las personas en la sociedad así como también la manera en que éste está sirve culturalmente para expresar emociones, para agradar, para seducir, para ordenar, para pelearse, etc. La pragmática implica las relaciones significantes con el intérprete, o sea, con aquel que utiliza los signos ( en términos lingüísticos, es el nivel de la connotación, de los significados deflagrados por el uso efectivo del signo).

A manera de conclusión de este aparte inferimos lo siguiente: La dimensión semántica es la resultante de la dimensión sintáctica y esta relación genera a su vez un significante complejo o molecular. No es posible llegar al sintagma sin conocer los significados de los signos atómicos; pero ningún significado atómico puede precisarse sino en el contexto sintagmático. La semántica de los signos aislados es mero “diccionario”; en últimas, semántica abstracta a nivel de “lengua”

El siguiente esquema resume en gran medida lo hasta aquí dicho.